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Aspectos Curiosos de la Cofradía
El
Clavicote
Dibujo del Clavicote de la Santa Caridad Diseñado por Juan Martín y Colocado en la Plaza de Zocodover de Toledo (1759). Fondo fotográfico Casa Rodríguez. Biblioteca de Castilla-La Mancha
El artilugio conocido como “Clavicote” era “una especie de catafalco oval, cubierto en forma de cúpula, con una cruz verde en lo alto y cerrado con rejas, el cual, se colocaba en Zocodover sobre seis sillares de piedra”, en que la Cofradía exponía durante un cierto tiempo a los “ahogados, asesinados y ajusticiados” antes de ser enterrados. Mariano Goitia recoge las características de este Clavicote en su obra Cofradías y Hermandades de Toledo: “Llevaba bajo el alero cuatro escudos, dorados, con las insignias de la Cofradía y a conveniente altura, cuatro cepillos para recoger las limosnas. También tenía las puertas necesarias para entrar las andas en que se portaba el cadáver”. Según las reglas contenidas en las Constituciones de Alfonso VI, en su Capítulo octavo, se explica cómo la Cofradía debía encargarse de dar cristiana sepultura a “los pobres y justiciados dequalquier manera ahogados e cabeças menores que murieren en Toledo o en una legua a la redonda y el ahogado cinco leguas”, aunque en estos documentos no se hace mención a la exposición de los mismos en el Clavicote. Posteriormente, en los libros capitulares, o de actas, de la Cofradía, consta la exposición pública de los cadáveres, con el fin de recoger limosnas para sufragar los gastos del enterramiento. Con fecha de 13 de septiembre de 1716, en Cabildo General, se encargó a D. Lorenzo de Robles, Mayordomo de Finados, que “aderece y repare el cajón en que se ponen los pobres difuntos, pidiendo para ellos con el señor cofrade que eligiere limosna, y solicitando que todos los hermanos la den”. Con motivo de las fiestas taurinas que se celebraban en la Plaza de Zocodover, el Clavicote era retirado y colocado en las inmediaciones del Hospital de los niños (Santa Cruz), y posteriormente al Pradito del Carmen. Es el caso ocurrido en el año 1733, con motivo de las celebraciones por la inauguración del Transparente de la Catedral. En el mismo año, “se pagó a Tomás Talavera, alarife de la Ciudad, y a Pedro López, maestro cerrajero, 450 reales por arreglo del Clavicote de la Cofradía”. En el año 1759 se da cuenta de la construcción del nuevo Clavicote. Resulta curiosa un documento que recoge una queja interpuesta por los comerciantes de la zona de Santa Cruz:
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1766, abril, 11. Toledo. Expediente
iniciado por solicitud de Manuel Félix Arroyo, administrador del
mayorazgo de Hernán Suárez Franco, al que pertenece el Mesón del
Peregrino, llamado de la Sangre de Cristo, y la Casa Taberna, frente a
la Cochera de la Reina, para que se ordene a la Cofradía de la Santa
Caridad, sita en la iglesia mozárabe de Santa Justa, que el “Cajón
de los Difuntos Pobres” que se hallaba en la plaza de Zocodover, no se
sitúe entre dichas casas y cocheras y se traslade a otro lugar menos
perjudicial para sus negocios. Papel, 1 hoja. |
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(fol. 1 recto) Manuel Félix de Arroyo,
procurador de este Número, Administrador // del Mayorazgo de Hernán Suárez
Franco a que perte // necen el Mesón del Peregrino, que llaman de la
Sangre de Cristo, y la casa taberna frente de la Cochera de la Reyna, //
por mi y a nombre de Juan de Briones y Francisco Franco e // igualmente
de Joseph Negrillo, todos tres Inquilinos de // dichas casas y de el Mesón
de Paxares, propio de el mismo // Mayorazgo, ante Vuestra Señoría
Ilustrísima, como mexor proceda, pa // rezco y digo que por los
Mayordomos y Hermanos de // la Noble y Antigua Cofradía de la Santa
Caridad, sita // en la Iglesia Muzárabe de Santa Justa, se Intenta //
poner y situar entre dicha Cochera y las Casas referidas // el Caxón de
los Pobres Difuntos que se hallaba en la Pla // za de Zocodober; Y
mediante lo perxudicial y dañoso // que es a dichas casas, las que sin
duda perderán su esti // mación y el crédito sin poder sus Inquilinos
comer // ciar, el uno en la benta de sus vinos y los otros en la //
adbisión [admisión] de sus guespedes, que todos se retiraran de //
dichas sus casas porque además de el pabor que a mu // chos causaran
los difuntos que en dicho caxón se po // nen, ni querrán beber en
dicha taberna ni comer en // las Posadas por la repugnancia que les
causara a sus // cuerpos y por el mal olor que en muchos se esperimen //
tara y asimismo las muchas moscas que después de // zebadas en los
cuerpos difuntos acudirán a dichas ca // sas por la mucha inmediación
a que no debe dar lu // gar la gran justificación de Vuestra Señoría
Ilustrísima para cuio // remedio y que no decaiga la estimación de
dichas // (fol. 1 vuelto) casas ni se perxudique a sus inquilinos ni a
el // Mayorazgo // A Vuestra Señoría Ilustrísima suplico se sirba,
desde luego teniéndolo // todo así de presente, mandar a dicha Noble
Anti // gua Cofradía no ponga el caxón en aquel sitio // y que habiéndosele
puesto, le haga quitar y mu // dar a otro sitio en que no se cause tanto
per // xuicio pues así es Justicia que pido y en // ello recibirán
merced, etcétera.// Francisco Torano [Rúbrica] Manuel Félix de Arroio
[Rúbrica] // Toledo y Abril 11 de 1766 // Guárdesse lo acordado. Assí
consta // del Libro Capitular // Rubio [Rúbrica]
Transcripción
del Archivo Municipal de Toledo
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Ya en el siglo XIX, se manda retirarlo del Pradito y llevarlo a la Sala Capitular del convento del Carmen. La invasión francesa saquea e incendia el convento, con lo que quedó prácticamente destruido. Al ser demolido en época de desamortizaciones, así como el Pradito, se trasladan todos los efectos que en el había al Hospital del Rey, y desaparece desde esa fecha el Clavicote. | ||
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